Ciudad de las Piedras
a mi Padre.... hoy,
en el día de su cumpleaños...
Ante la inmensidad imponente de tu pueblo,
que extinto, me canta aún con su historia,
plasmada en minerales
que coexisten en un equilibrio cósmico.
Machu pichu... ciudad de las piedras,
ciudad de culto
al fulgor de la naturaleza,
de los astros,
de la vida,
de la ciencia y del arte.
Báñame a mi también
de esa espuma blanca y etérea,
abrázame,
con tus verdes brazos montañosos,
déjame beber el vigor del río que contemplas,
y atesora por siempre
el resplandor que hoy siento
ante tus ojos.
Valentina Morales Valdés
Machu Pichu, 16 de febrero 2009
La vida es una seguidilla de conductas, actos, hechos, alianzas, disputas, luchas, acciones dispersas, contradicciones, de variada trascendencia e intencionalidad. Lo relevante es que en aquel túnel de luz y sombra, sueños y vigilias, haya un hilo conductor que hable de ti. Quiero, en lo más esencial de mí, ser reconocido como un comunista, un libre pensador.
sábado, 21 de febrero de 2009
viernes, 20 de febrero de 2009
EL IMPERIO CONTRAATACA
Muy pocas veces tengo la oportunidad de ver las noticias al medio día. Hoy pude. Pero, me di cuenta que estaban intervenidas por la CNN. Televisión Nacional estaba en cadena con la CNN; la cadena noticiosa más importante del imperio. El objetivo dar cuenta de los detalles de la ceremonia de trasmisión del mando del nuevo mandatario norteamericano, que en su versión 44 es de raza negra. El canal recreaba esta trasmisión con una conversación entre una periodista aquí en Santiago y otra forrada en su abrigo en una esquina de esas calles que llevan hacia la Universidad George Washington, algo distante del área donde se realizaba el acto propiamente tal. Las imágenes eran apoteósicas. La capital del imperio en gloria y majestad. La gente reunida, dicen que, serían unas dos millones de personas, las más cercanas habían pagado por esa ubicación.
La ciudad, esta Roma moderna, mostraba sus magníficos edificios, todos ellos unidos por grandes parques y amplios espacios. El Imperio contraataca. El libreto de la periodista chilena estaba basado en enriquecer con detalles este ritual norteamericano. Sus textos inducían a trasmitir emociones; los televidentes estábamos presenciando virtualmente un hecho histórico de primer nivel. Cuando ya el acto entró en su momento principal el audio fue tomado por un traductor norteamericano, el que impresionaba por la fluidez de su traducción. El nuevo Presidente desarrollaba un discurso con un aire distraído, con énfasis de solemnidad dirigido a un grupo reunido a su alrededor, el traductor parecía leer un texto en perfecto español, con una sintaxis envidiable. En ese momento las emociones, los énfasis retóricos, ya no dependían del Presidente mismo sino de ese anónimo traductor. En paralelo los banner a pie de la imagen iban poniendo en breves frases, las ideas destacadas de ese discurso. Esas brevísimas síntesis que apuntaban a las cuestiones esenciales ya no iban por cuenta de los periodistas chilenos, sino de norteamericanos desde algún lugar de EE.UU. A esas alturas los miles de millones de televidentes estaban bajo hipnosis y los mensajes llegaban a lo más profundo de su conciencia. Incluidos los periodistas del canal que deben haber estado de brazos cruzado gozando de esa clase de periodismo gratuita. Incluida nuestra pobre amiga entumida que le había tocado la pega junto a un camarógrafo pararse en cualquier esquina de la ciudad a participar de la trasmisión.
Lo que señalo lo hago a modo de contexto para entender lo que realmente sucedió, este nuevo Presidente de los EE.UU. no se estaba dirigiendo a un grupo de familiares y amigos que lo habían venido a acompañar en el día de su juramento. No, se estaba dirigente al planeta. Desde esa postura retórica desarrollaba su discurso. Creo que al ritual se le escapó un detalle, en ese momento al Presidente se le debería poner una capita que le cuelgue desde sus hombros. No tan ostentosa como la que usan cuando se gradúan en las universidades, pero algo que refuerce la contundencia de sus palabras. El tipo tuvo palabras para todos. A nosotros nos trato de muertos de hambre. Aunque lo mas seguro es que la mayoría pensó que se refería a esos países famélicos de Africa. Señaló que la guerra seguiría hasta vencer, llamó a sus enemigos a rendirse. No hizo mención directa de nadie, pero a nadie dejó fuera. Los mas maltratados, a mi gusto, fueron sus aliados, no solo no los mencionó sino que se auto arrojó, en cuanto a norteamericanos, la exclusiva responsabilidad para superar la crisis, que en sus palabras solo es producto de la codicia de algunos.
El objeto principal de sus palabras fueron los norteamericanos, su pueblo, a ellos sus alabanzas y llamados a ser buenos ciudadanos y ponerse a trabajar para recuperar la capacidad de consumo. Bastante talentoso este muchacho de color de Harvard, muy emocionado debe haber estado el rector. No en vano superó las vayas de la denominada carrera presidencial. Da para pensar que los poderes facticos norteamericanos han hecho bien su trabajo. Deben estar brindando contentos. Han hecho gala de su poder. El imperio ha hecho su mejor esfuerzo para blindarse políticamente para esta crisis haciendo uso de su potencia. Un 20 por ciento de aprobación interna, lo han transformado de un día para otro en un 80% de aprobación a una misma política, a un mismo signo de poder. A una misma arrogancia, prepotencia, a un mismo apetito de rapiña de riqueza en el mundo para financiar la denominada calidad de vida de los norteamericanos. El Sr. Obama es más de lo mismo, no hay atisbo de progresismo.
Me da profunda pena por los sectores progresistas norteamericanos, son gente de espíritu sano. Es gente que de verdad sufre al constatar las tropelías de su país por el mundo. En las universidades norteamericanas, al igual que en las nuestras hay miles, miles de estudiantes deseosos de justicia social, a los cuales les duele el hambre del denominado tercer mundo y se dan perfectamente cuenta del saqueo que su país hace por doquier. Miles de estudiantes que están al acecho en las estanterías de las bibliotecas y librerías para leer literatura que les de luces para luchar contra aquello, y sufren la derrota del alma cuando ven el tamaño de poder que deben enfrentar. Y crean, ellos también levantan su voz, protestan, hacen decenas y decenas de diarios murales donde queman sus pestañas escribiendo para que alguien los lea. Me resulta curiosa la cantidad de estudiantes norteamericanos que vienen en intercambio a nuestras universidades. Tengo la vivencia de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, ellos pasan las mismas incomodidades que los chilenos, no tiene donde tomarse un café tranquilos, salas sin calefacción, etc. Pero nunca he visto que nuestros estudiantes hagan mesas redondas de conversación con ellos, es mas me atrevería decir que los ignoran, los gringos andan como pollos en corral ajeno.
En los EE.UU. hay trabajadores consientes, hombres y mujeres que como ayer tiene un sentido de clase, pero también han sido aplastados por el César y han sido enviados a las galeras de la ignorancia de su existencia. Junto a ellos, emigrantes de todo el mundo que sufren y solo sonríen con las tonteras que les dice nuestro “Don Francisco”. En ellos pienso en este momento, para ellos mi solidaridad. Pero también a esta gente que sufre y sueña con un mundo mejor en los EE.UU. debemos trasmitirles nuestras esperanzas. Cuando en la Internacional cantamos “Arriba los pobres del Mundo”, debemos tener conciencia que incorporamos a los pobres de los Estados Unidos.
Osiel Núñez tuvo una novia Noruega (1982), esa muchacha comunista le dijo que ella asumía su condición en conciencia de lo que le sucedía allí, a todo lo que renunciaba, y a las miradas que se exponía entre sus iguales, dado el anticomunismo y el bajo porcentaje de comunistas en ese país; pero que dudaría en ser comunista un país como Chile donde a los comunistas se les perseguía y asesinaba. Osiel dice que reaccionó pensando “a mi en Chile no me amedrenta el crimen y la cárcel, pero no se si podría serlo en estos países bajo estas formas tan agudas y sutiles de anticomunismo”. Por ende, nuestros saludos a nuestros camaradas comunistas en los EE.UU.
Para ellos un abrazo. Deberían venir más por estos lados. Nosotros mismo deberíamos contemplarlos mas en nuestras relaciones internacionales. Aunque tengamos que pagarles el pasaje. Bueno, todo sigue casi igual; “atento al lobo” como dice la canción. A seguir luchando y no dudar que algún día “la tierra será un paraíso”.
La ciudad, esta Roma moderna, mostraba sus magníficos edificios, todos ellos unidos por grandes parques y amplios espacios. El Imperio contraataca. El libreto de la periodista chilena estaba basado en enriquecer con detalles este ritual norteamericano. Sus textos inducían a trasmitir emociones; los televidentes estábamos presenciando virtualmente un hecho histórico de primer nivel. Cuando ya el acto entró en su momento principal el audio fue tomado por un traductor norteamericano, el que impresionaba por la fluidez de su traducción. El nuevo Presidente desarrollaba un discurso con un aire distraído, con énfasis de solemnidad dirigido a un grupo reunido a su alrededor, el traductor parecía leer un texto en perfecto español, con una sintaxis envidiable. En ese momento las emociones, los énfasis retóricos, ya no dependían del Presidente mismo sino de ese anónimo traductor. En paralelo los banner a pie de la imagen iban poniendo en breves frases, las ideas destacadas de ese discurso. Esas brevísimas síntesis que apuntaban a las cuestiones esenciales ya no iban por cuenta de los periodistas chilenos, sino de norteamericanos desde algún lugar de EE.UU. A esas alturas los miles de millones de televidentes estaban bajo hipnosis y los mensajes llegaban a lo más profundo de su conciencia. Incluidos los periodistas del canal que deben haber estado de brazos cruzado gozando de esa clase de periodismo gratuita. Incluida nuestra pobre amiga entumida que le había tocado la pega junto a un camarógrafo pararse en cualquier esquina de la ciudad a participar de la trasmisión.
Lo que señalo lo hago a modo de contexto para entender lo que realmente sucedió, este nuevo Presidente de los EE.UU. no se estaba dirigiendo a un grupo de familiares y amigos que lo habían venido a acompañar en el día de su juramento. No, se estaba dirigente al planeta. Desde esa postura retórica desarrollaba su discurso. Creo que al ritual se le escapó un detalle, en ese momento al Presidente se le debería poner una capita que le cuelgue desde sus hombros. No tan ostentosa como la que usan cuando se gradúan en las universidades, pero algo que refuerce la contundencia de sus palabras. El tipo tuvo palabras para todos. A nosotros nos trato de muertos de hambre. Aunque lo mas seguro es que la mayoría pensó que se refería a esos países famélicos de Africa. Señaló que la guerra seguiría hasta vencer, llamó a sus enemigos a rendirse. No hizo mención directa de nadie, pero a nadie dejó fuera. Los mas maltratados, a mi gusto, fueron sus aliados, no solo no los mencionó sino que se auto arrojó, en cuanto a norteamericanos, la exclusiva responsabilidad para superar la crisis, que en sus palabras solo es producto de la codicia de algunos.
El objeto principal de sus palabras fueron los norteamericanos, su pueblo, a ellos sus alabanzas y llamados a ser buenos ciudadanos y ponerse a trabajar para recuperar la capacidad de consumo. Bastante talentoso este muchacho de color de Harvard, muy emocionado debe haber estado el rector. No en vano superó las vayas de la denominada carrera presidencial. Da para pensar que los poderes facticos norteamericanos han hecho bien su trabajo. Deben estar brindando contentos. Han hecho gala de su poder. El imperio ha hecho su mejor esfuerzo para blindarse políticamente para esta crisis haciendo uso de su potencia. Un 20 por ciento de aprobación interna, lo han transformado de un día para otro en un 80% de aprobación a una misma política, a un mismo signo de poder. A una misma arrogancia, prepotencia, a un mismo apetito de rapiña de riqueza en el mundo para financiar la denominada calidad de vida de los norteamericanos. El Sr. Obama es más de lo mismo, no hay atisbo de progresismo.
Me da profunda pena por los sectores progresistas norteamericanos, son gente de espíritu sano. Es gente que de verdad sufre al constatar las tropelías de su país por el mundo. En las universidades norteamericanas, al igual que en las nuestras hay miles, miles de estudiantes deseosos de justicia social, a los cuales les duele el hambre del denominado tercer mundo y se dan perfectamente cuenta del saqueo que su país hace por doquier. Miles de estudiantes que están al acecho en las estanterías de las bibliotecas y librerías para leer literatura que les de luces para luchar contra aquello, y sufren la derrota del alma cuando ven el tamaño de poder que deben enfrentar. Y crean, ellos también levantan su voz, protestan, hacen decenas y decenas de diarios murales donde queman sus pestañas escribiendo para que alguien los lea. Me resulta curiosa la cantidad de estudiantes norteamericanos que vienen en intercambio a nuestras universidades. Tengo la vivencia de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, ellos pasan las mismas incomodidades que los chilenos, no tiene donde tomarse un café tranquilos, salas sin calefacción, etc. Pero nunca he visto que nuestros estudiantes hagan mesas redondas de conversación con ellos, es mas me atrevería decir que los ignoran, los gringos andan como pollos en corral ajeno.
En los EE.UU. hay trabajadores consientes, hombres y mujeres que como ayer tiene un sentido de clase, pero también han sido aplastados por el César y han sido enviados a las galeras de la ignorancia de su existencia. Junto a ellos, emigrantes de todo el mundo que sufren y solo sonríen con las tonteras que les dice nuestro “Don Francisco”. En ellos pienso en este momento, para ellos mi solidaridad. Pero también a esta gente que sufre y sueña con un mundo mejor en los EE.UU. debemos trasmitirles nuestras esperanzas. Cuando en la Internacional cantamos “Arriba los pobres del Mundo”, debemos tener conciencia que incorporamos a los pobres de los Estados Unidos.
Osiel Núñez tuvo una novia Noruega (1982), esa muchacha comunista le dijo que ella asumía su condición en conciencia de lo que le sucedía allí, a todo lo que renunciaba, y a las miradas que se exponía entre sus iguales, dado el anticomunismo y el bajo porcentaje de comunistas en ese país; pero que dudaría en ser comunista un país como Chile donde a los comunistas se les perseguía y asesinaba. Osiel dice que reaccionó pensando “a mi en Chile no me amedrenta el crimen y la cárcel, pero no se si podría serlo en estos países bajo estas formas tan agudas y sutiles de anticomunismo”. Por ende, nuestros saludos a nuestros camaradas comunistas en los EE.UU.
Para ellos un abrazo. Deberían venir más por estos lados. Nosotros mismo deberíamos contemplarlos mas en nuestras relaciones internacionales. Aunque tengamos que pagarles el pasaje. Bueno, todo sigue casi igual; “atento al lobo” como dice la canción. A seguir luchando y no dudar que algún día “la tierra será un paraíso”.
CRISIS, HAMBRE Y CESANTIA
Permítanme un comentario de carácter político en relación a un asunto bastante “técnico”. Para el desenvolvimiento regular del país, y de todos los países, la información es crítica: en un período de crisis esta necesidad se incrementa dramáticamente. De hecho dentro de los saldos que se pueden contabilizar tras estos ciclos de crisis aguda son las transformaciones en los sistemas de información.
Lo preocupante del tema es que en lo que hemos avanzado de la actual coyuntura de crisis internacional con amplia repercusión en Chile, como era de esperar, no hay signos que señalen una preocupación por levantar mas información sobre la situación económica y social, y permítanme que lo invierta “Social y económica”, para ponerla a disposición de los actores políticos del país: para el Ejecutivo y sus ministerios, el Parlamento y en particular para los gobiernos locales que son en definitiva los que viven mirándole las pupilas a la población.
No olvidemos que las promesas de más información sobre las Pymes de la primera ministra de economía, la Sra. Antonijevic, del actual gobierno, se las llevó el viento. Esa información, que nunca se obtuvo, hoy sería de gran valor, y la disponible son algunos esfuerzos que ha hecho CORFO para su consumo básicamente interno.
Pero vamos al tema duro. Para una crisis la información crítica, relevante, de primera importancia, es la que tiene que ver con los cambios en los niveles de precios, y por supuesto la información sobre empleo y desempleo.
Es claro que con los despidos masivos que se están ejecutando desde las grandes empresas, y sin saber que está pasando en materia de desempleo en las Pymes, el primer dato que a todo gobierno le debería interesar es saber como está viviendo (de verdad) la gente, que está comiendo, como están parando la olla los pobres. Algo tan simple como eso, a escala, nacional, regional y comunal no hay como saberlo. Para hacerlo corto: no lo sabe nadie. Porque esa información no existe, esa información no se levanta. El denominado IPC dice relación con una canasta abstracta que representaría a todos y no representa a nadie, provee de información muy valiosa –y de lujo- antes que nada al sector financiero, pero para las instituciones públicas responsables de los programas sociales ese dato es inútil, carente de todo valor. La razón es simple, nunca ha habido disposición política para medir los cambios en el nivel de precio de la canasta de las familias pobres. Nadie jamás (desde el Estado) ha estudiado cual es dicha canasta y cual es la evolución de los precios de dichos productos y servicios. No se miden las variaciones a los precios de esta canasta de subsistencia para las familias que viven con $300.000 y menos mensuales, muy distantes del consumo de viajes de avión y los artículos suntuarios: no se sabe, ni se sabrá, como la crisis castigará su alimentación, su vivienda, su educación, su salud, su recreación. Lo más cercano a una cosa de este tipo es una encuesta que se toma una vez cada diez años para saber los cambios en los hábitos de consumo de ese chileno abstracto y que no es nadie al mismo tiempo, para mejorar la calidad del IPC.
Pero lo mas crítico no es lo ya comentado. El tema clave es saber de verdad cuantos son los desempleados. Este comentario no apunta a la forma y la calidad de la encuesta de desempleo que realiza el Estado y su oficina especializada, en este caso el INE, el trabajo que allí se realiza es de primer nivel; otro lujo para nuestro país. Esta encuesta mide lo que mide según la metodología por la cual han optado los gobiernos de Chile. Si de un árbol de manzanas se quiere saber cuales están maduras y cuales aun deben permanecer en el árbol, todo va a depender de lo que se entienda por “madura”. En Chile se cuentan bien las manzanas.
No es responsabilidad del INE, pero ha llegado el momento que el mundo del trabajo -los sindicatos, los profesionales que trabajan estos temas, los futuros parlamentarios de izquierda, representantes de una mirada anti neoliberal, los Alcaldes y Concejales- exijan políticamente que de una vez por todas se conozca cual es el desempleo en las comunas. Es impresentable para un país en vías de desarrollo que se mantenga a las autoridades comunales ciegas de información, haciendo malabares para poder acercarse a un dato que les permita trabajar en torno a los dramas sociales que se viven en sus territorios.
Cuando los datos del desempleo oficial no están preparados a la medida del Banco Central, este tiene la capacidad de comprarle a la Universidad de Chile un estudio para su consumo, y que de buena voluntad comparte cada mes con la opinión pública. Pero los municipios no tienen a quien recurrir. A nadie. Y sencillamente se las deben batir con sus narices. Tenía razón Heráclito cuando decía “si la realidad fuera humo, pensaríamos con las narices”.
Alguien podrá, a estas alturas, pensar que en esto hay maniobra política. Es decir que habría conducta política en la información que se levanta y la que no se levanta, la que se distribuye y la que no se distribuye, la que se publicita y la que no se publicita. La respuesta es SI. Esto funda la necesidad de hacer exigencias políticas de información pertinente, no solo de calidad. A propósito del Bicentenario se está anunciando con bombos y platillos que bajo los auspicios de la Universidad Católica se publicará un libro con la historia de los censos en Chile. Hermoso estudio, apasionante, de verdad lo digo, pero no es un proyecto que responda a las necesidades de la coyuntura.
Héctor Morales H.
Lo preocupante del tema es que en lo que hemos avanzado de la actual coyuntura de crisis internacional con amplia repercusión en Chile, como era de esperar, no hay signos que señalen una preocupación por levantar mas información sobre la situación económica y social, y permítanme que lo invierta “Social y económica”, para ponerla a disposición de los actores políticos del país: para el Ejecutivo y sus ministerios, el Parlamento y en particular para los gobiernos locales que son en definitiva los que viven mirándole las pupilas a la población.
No olvidemos que las promesas de más información sobre las Pymes de la primera ministra de economía, la Sra. Antonijevic, del actual gobierno, se las llevó el viento. Esa información, que nunca se obtuvo, hoy sería de gran valor, y la disponible son algunos esfuerzos que ha hecho CORFO para su consumo básicamente interno.
Pero vamos al tema duro. Para una crisis la información crítica, relevante, de primera importancia, es la que tiene que ver con los cambios en los niveles de precios, y por supuesto la información sobre empleo y desempleo.
Es claro que con los despidos masivos que se están ejecutando desde las grandes empresas, y sin saber que está pasando en materia de desempleo en las Pymes, el primer dato que a todo gobierno le debería interesar es saber como está viviendo (de verdad) la gente, que está comiendo, como están parando la olla los pobres. Algo tan simple como eso, a escala, nacional, regional y comunal no hay como saberlo. Para hacerlo corto: no lo sabe nadie. Porque esa información no existe, esa información no se levanta. El denominado IPC dice relación con una canasta abstracta que representaría a todos y no representa a nadie, provee de información muy valiosa –y de lujo- antes que nada al sector financiero, pero para las instituciones públicas responsables de los programas sociales ese dato es inútil, carente de todo valor. La razón es simple, nunca ha habido disposición política para medir los cambios en el nivel de precio de la canasta de las familias pobres. Nadie jamás (desde el Estado) ha estudiado cual es dicha canasta y cual es la evolución de los precios de dichos productos y servicios. No se miden las variaciones a los precios de esta canasta de subsistencia para las familias que viven con $300.000 y menos mensuales, muy distantes del consumo de viajes de avión y los artículos suntuarios: no se sabe, ni se sabrá, como la crisis castigará su alimentación, su vivienda, su educación, su salud, su recreación. Lo más cercano a una cosa de este tipo es una encuesta que se toma una vez cada diez años para saber los cambios en los hábitos de consumo de ese chileno abstracto y que no es nadie al mismo tiempo, para mejorar la calidad del IPC.
Pero lo mas crítico no es lo ya comentado. El tema clave es saber de verdad cuantos son los desempleados. Este comentario no apunta a la forma y la calidad de la encuesta de desempleo que realiza el Estado y su oficina especializada, en este caso el INE, el trabajo que allí se realiza es de primer nivel; otro lujo para nuestro país. Esta encuesta mide lo que mide según la metodología por la cual han optado los gobiernos de Chile. Si de un árbol de manzanas se quiere saber cuales están maduras y cuales aun deben permanecer en el árbol, todo va a depender de lo que se entienda por “madura”. En Chile se cuentan bien las manzanas.
No es responsabilidad del INE, pero ha llegado el momento que el mundo del trabajo -los sindicatos, los profesionales que trabajan estos temas, los futuros parlamentarios de izquierda, representantes de una mirada anti neoliberal, los Alcaldes y Concejales- exijan políticamente que de una vez por todas se conozca cual es el desempleo en las comunas. Es impresentable para un país en vías de desarrollo que se mantenga a las autoridades comunales ciegas de información, haciendo malabares para poder acercarse a un dato que les permita trabajar en torno a los dramas sociales que se viven en sus territorios.
Cuando los datos del desempleo oficial no están preparados a la medida del Banco Central, este tiene la capacidad de comprarle a la Universidad de Chile un estudio para su consumo, y que de buena voluntad comparte cada mes con la opinión pública. Pero los municipios no tienen a quien recurrir. A nadie. Y sencillamente se las deben batir con sus narices. Tenía razón Heráclito cuando decía “si la realidad fuera humo, pensaríamos con las narices”.
Alguien podrá, a estas alturas, pensar que en esto hay maniobra política. Es decir que habría conducta política en la información que se levanta y la que no se levanta, la que se distribuye y la que no se distribuye, la que se publicita y la que no se publicita. La respuesta es SI. Esto funda la necesidad de hacer exigencias políticas de información pertinente, no solo de calidad. A propósito del Bicentenario se está anunciando con bombos y platillos que bajo los auspicios de la Universidad Católica se publicará un libro con la historia de los censos en Chile. Hermoso estudio, apasionante, de verdad lo digo, pero no es un proyecto que responda a las necesidades de la coyuntura.
Héctor Morales H.
ESTUSIASMO POR LA VIDA DE CHONO SANHUEZA
Cuando hay que multiplicar el trabajo de cortar cardos
bajo el sol de media tarde
y cuando hay que ponerse a escarbar en las estrellas
Choño, tu ya estás multiplicando el trabajo y escarbando en las estrellas.
Cuando nos ponemos la camisa más temprano,
con harinilla de cansancio en los ojos,
Choño, tu ya estás en la calle frente a nosotros.
Cuando vamos dispuestos a golpear en el paro de octubre,
Choño tu ya estás con un plano en la muralla distribuyendo los golpes.
Cuando tenemos que opinar acerca del socialismo y el poder,
Choño, tu ya nos estás hablando de los problemas del hospital de Chuquicamata.
Choño Sanhueza creció fuerte, como espiga granada
y zorzal de saltos largos.
Te perdimos de vista
porque te has puesto en la avanzada de los ejemplos permanentes.
Cuando las piedras suenen como torrentosas cascadas
y se quiebren los troncos de los sauces
y se empinen las murallas, tendremos que tomarnos de tu brazo
para lograr más equilibrio y dar más fuerte el golpe.
Te mereces un canto chileno lleno de cuerdas y sonidos de agua,
tendrá que verse el Villarrica con fumarolas
y la Avenida Matta pasada a humo de carbón de piedra,
tendrá que sentirse el bullicio del mercado
y un olor a vino insoportable,
pero tendrá que escucharse en un momento una melodía clara y simple,
profunda, precisa, emanando de la mejor madera,
con un fondo vivo de metales.
Te hemos sumado a nuestras vidas para siempre, maíz fresco.
De espuma te convertiste en mármol.
Eres zarzamora y peñasco.
¿Por qué te golpean desnudo
y te quieren ver retorcido por patadas en pleno estómago?
Yo creo que les provocas miedo en sus tropas,
al verte sienten una culebrilla fría en sus espaldas,
están asustados,
se comunican a través de sus groserías, se defienden golpeándote,
te odian porque estás mudo como ostra furiosa.
Te arrastraron a la muerte como por un callejón de población
lleno de barro y desperdicios,
en una noche negra,
donde los perros acurrucados huían de su sombra.
Se creyeron libres al ver tu muerte sabiendo que firmaban su condena.
No tuviste tiempo de escribir.
Pero, ¿cuál habría sido tu última carta?
Encontramos tu herencia en Concepción, en Marcoleta,
en República y en Arica.
Nos ponemos tu chaqueta gastada en la hora de tu muerte.
Seguro que te pusiste serio y te tomaste la cabeza,
porque querías venir al vínculo para sacar tus pequeños papeles
y entregar tu cuenta,
para sacar tus pequeños papeles y decir que había que seguir adelante,
cueste lo que cueste, cuesta arriba.
La Jota nos envió a recorrer las calles de Penco,
a echar una mirada a la Granja,
a mirar debajo de las piedras en la pampa,
a bajarse de todos los buses
y empinarse en las ventanillas de los trenes,
para entregarte un vínculo y una contraseña,
para decirte rápidamente, en los últimos instantes del abrazo,
¡que te queremos con nosotros!
¡que junto a ti necesitamos multiplicarnos mil veces mil!
que nos quedamos con tu camisa amaranto,
descolorida porque fue de las primeras.
Choño,
en esta hora de cocodrilos y ranas,
de rinocerontes y de papagayos,
nos disponemos a golpear más fuerte,
no seremos ingenuos frente al enemigo
y nos cuidaremos de las palmaditas en los hombros,
perfeccionaremos nuestra lucha recurriendo a tu nombre,
articularemos la audacia entre nuestros dedos,
seremos mejores hijos de nuestro partido padre,
destruiremos la tumba de los traidores,
levantaremos los himnos y los cantos
y nos enraizarás más al pueblo a cada paso,
vamos a golpear fuerte,
tan fuerte que tú mismo quedarás con la boca abierta
al ver salir chispas de las piedras.
Choño,
ayúdanos a hacer un temporal con nuestros brazos,
porque sólo así, mañana por la mañana,
a la hora convenida,
a la hora de los pitos en las fábricas,
del trote en los regimientos,
del bibliotecario abriendo sus estantes,
del carbón en las calderas
y la abuela barriendo la calle
podremos hacer nuestro contacto,
el vínculo es con todos,
por contraseña tienes “¡los comunistas luchan!”
la respuesta es “¡siempre!”
César Riquelme (Seudónimo de Héctor Morales Henríquez)
Publicado en Revista “Liberación”, órgano de las JJ.CC en el Exterior.
Praga, Diciembre 1981.
bajo el sol de media tarde
y cuando hay que ponerse a escarbar en las estrellas
Choño, tu ya estás multiplicando el trabajo y escarbando en las estrellas.
Cuando nos ponemos la camisa más temprano,
con harinilla de cansancio en los ojos,
Choño, tu ya estás en la calle frente a nosotros.
Cuando vamos dispuestos a golpear en el paro de octubre,
Choño tu ya estás con un plano en la muralla distribuyendo los golpes.
Cuando tenemos que opinar acerca del socialismo y el poder,
Choño, tu ya nos estás hablando de los problemas del hospital de Chuquicamata.
Choño Sanhueza creció fuerte, como espiga granada
y zorzal de saltos largos.
Te perdimos de vista
porque te has puesto en la avanzada de los ejemplos permanentes.
Cuando las piedras suenen como torrentosas cascadas
y se quiebren los troncos de los sauces
y se empinen las murallas, tendremos que tomarnos de tu brazo
para lograr más equilibrio y dar más fuerte el golpe.
Te mereces un canto chileno lleno de cuerdas y sonidos de agua,
tendrá que verse el Villarrica con fumarolas
y la Avenida Matta pasada a humo de carbón de piedra,
tendrá que sentirse el bullicio del mercado
y un olor a vino insoportable,
pero tendrá que escucharse en un momento una melodía clara y simple,
profunda, precisa, emanando de la mejor madera,
con un fondo vivo de metales.
Te hemos sumado a nuestras vidas para siempre, maíz fresco.
De espuma te convertiste en mármol.
Eres zarzamora y peñasco.
¿Por qué te golpean desnudo
y te quieren ver retorcido por patadas en pleno estómago?
Yo creo que les provocas miedo en sus tropas,
al verte sienten una culebrilla fría en sus espaldas,
están asustados,
se comunican a través de sus groserías, se defienden golpeándote,
te odian porque estás mudo como ostra furiosa.
Te arrastraron a la muerte como por un callejón de población
lleno de barro y desperdicios,
en una noche negra,
donde los perros acurrucados huían de su sombra.
Se creyeron libres al ver tu muerte sabiendo que firmaban su condena.
No tuviste tiempo de escribir.
Pero, ¿cuál habría sido tu última carta?
Encontramos tu herencia en Concepción, en Marcoleta,
en República y en Arica.
Nos ponemos tu chaqueta gastada en la hora de tu muerte.
Seguro que te pusiste serio y te tomaste la cabeza,
porque querías venir al vínculo para sacar tus pequeños papeles
y entregar tu cuenta,
para sacar tus pequeños papeles y decir que había que seguir adelante,
cueste lo que cueste, cuesta arriba.
La Jota nos envió a recorrer las calles de Penco,
a echar una mirada a la Granja,
a mirar debajo de las piedras en la pampa,
a bajarse de todos los buses
y empinarse en las ventanillas de los trenes,
para entregarte un vínculo y una contraseña,
para decirte rápidamente, en los últimos instantes del abrazo,
¡que te queremos con nosotros!
¡que junto a ti necesitamos multiplicarnos mil veces mil!
que nos quedamos con tu camisa amaranto,
descolorida porque fue de las primeras.
Choño,
en esta hora de cocodrilos y ranas,
de rinocerontes y de papagayos,
nos disponemos a golpear más fuerte,
no seremos ingenuos frente al enemigo
y nos cuidaremos de las palmaditas en los hombros,
perfeccionaremos nuestra lucha recurriendo a tu nombre,
articularemos la audacia entre nuestros dedos,
seremos mejores hijos de nuestro partido padre,
destruiremos la tumba de los traidores,
levantaremos los himnos y los cantos
y nos enraizarás más al pueblo a cada paso,
vamos a golpear fuerte,
tan fuerte que tú mismo quedarás con la boca abierta
al ver salir chispas de las piedras.
Choño,
ayúdanos a hacer un temporal con nuestros brazos,
porque sólo así, mañana por la mañana,
a la hora convenida,
a la hora de los pitos en las fábricas,
del trote en los regimientos,
del bibliotecario abriendo sus estantes,
del carbón en las calderas
y la abuela barriendo la calle
podremos hacer nuestro contacto,
el vínculo es con todos,
por contraseña tienes “¡los comunistas luchan!”
la respuesta es “¡siempre!”
César Riquelme (Seudónimo de Héctor Morales Henríquez)
Publicado en Revista “Liberación”, órgano de las JJ.CC en el Exterior.
Praga, Diciembre 1981.
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