Las víctimas de fraude en cuentas corrientes, en el Banco del Estado de Chile, en adelante Banco Estado, crecen cada día, a un número tal que se ha visto obligado a tener que hacer campañas, con apego a las mejores “ideas” de marketing. Esta campaña consiste en invitar a todos sus clientes a ser “AVISPADOS”, no dejarse engañar por los delincuentes (los malos), y establezcan conductas sólidas como, por ejemplo, nunca entregarle a nadie sus claves personales.
Pero el Banco Estado en su afán de ahorrar dinero, ha errado en su esfuerzo principal; no ha hecho las inversiones requeridas para mejorar tecnológicamente sus sistemas, y traspasa el mayor esfuerzo (avisparse) a sus cliente.
El Banco Estado, a pesar de que se viste de seda, no califica de acuerdo a lo que se espera de un Banco responsable. En primer lugar que se ponga de parte de sus clientes; todos ellos, incluidos los miles de trabajadores que mantienen cuentas RUT y chequeras electrónica, que son la gran masa sobre la cual actúan los delincuentes hurtándoles sus depósitos que usan en su vida cotidiana y doméstica.
Caben las siguientes preguntas ante este banco, que pretende excusarse con su campaña con apego al un estilo farandulero que le recomendó su agencia de publicidad: ¿Por qué no provee a sus clientes de software –que ellos deberían desarrollar- para que remuevan los señalados troyanos que capturan la información base de las personas para cometer los fraudes y robos?
Otras preguntas; ¿el Banco Estado se hace parte en las querellas persiguiendo a los titulares de las cuentas que se benefician con el hurto? ¿Banco Estado auxilia a sus clientes defraudados instruyéndolos en que deben hacer las respectivas denuncias a Carabineros y los tribunales ante tales fraudes? Esta pregunta se vincula con el hecho que la campaña solo se restringe a llamar a sus clientes a mirar bien la pantalla al momento de usar el portal para hacer transferencia. ¿El Banco Estado bloquea e incauta automáticamente las cuentas acusadas de haberse beneficiado con trasferencias fraudulentas, abiertas por delincuente para realizar sus ilícitos? No quisiera creer que dichos delincuentes se benefician del recurso del secreto bancario.
Al parecer, a todas luces, las acciones del Banco Estado deben ir por otro rumbo; más allá de su campaña “Avíspate”. La gerencia que recomendó esta estrategia no acertó, una campaña que ridiculice a sus clientes “tontos poco avispados”, no es lo que se requiere. Es necesario un programa que seriamente le advierta al público, con una mínima solemnidad e instrucciones al momento que las personas se contactan con las sucursales, y les entregue instrucciones más precisas de cómo deben proceder; otorgándoles software para proteger sus equipos, y como lo más importante, desarrollar la tecnología, porque a no dudar, las más avanzada la tienen los delincuentes, y tenemos derechos saber quiénes son, si usan o no corbata, que recursos se han presentado en su contra, por parte del Banco.
La banca tiene una crisis de tecnología, eso debe aflorar a la opinión pública, las transacciones por internet deben evitarse, no son seguras, la delincuencia tiene mejor tecnología, eso debe saberse. El tema al parecer es que no quieren hacer las inversiones necesarias, para proteger sus utilidades.
Para finalizar, es claro soy de esos “avispados” que jamás nunca he entregado mis claves a terceros, y menos ante un mensaje extraño que se me presente por internet. Nunca. A pesar de aquello, fui hurtado con un fraude al tercer día de usar una chequera electrónica, que nunca había usado por internet. El banco me dijo que tenía un troyano en mi disco duro. Por ende me envió a pelear contra los troyanos, y a tragar saliva ante la pérdida de mi sueldo casi completo, y a presentar un formulario de no reconocimiento de transacción en una de sus sucursales; y eso sería todo. ¿Eso sería todo?
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